martes, 23 de marzo de 2010

BARCELONA WORK IN PROGRESS

La ciudad contemporánea es como el aeropuerto contemporáneo: todos son iguales. Nuestro estilo de vida está absolutamente condicionado por la masiva estandarización que hoy afecta a todas las grandes urbes del planeta. La globalización no sólo modifica el paisaje urbano, también invade y transforma nuestra cultura y calidad de vida.
Frente a esta homogeneización que se propaga a costa de despojarnos de nuestra identidad mediante más edificios clónicos, los mismos comercios, los mismos productos y las mismas marcas, muchos hombres y mujeres intentamos gozar del presente buscando un cierto equilibrio entre lo genérico y lo característico. Y es en esta búsqueda de un entorno menos artificial donde mejor se aprecia el cambio que se está produciendo en la manera de entender el arte que tienen algunos de nuestros creadores.
El necesario equilibrio entre lo genérico y lo característico también forma parte de ese hedonismo virtuoso que tanto caracteriza a las personas que despreciamos la banalidad y la masificación.
Si las vanguardias históricas renegaron de la tradición, rechazando todas las manifestaciones artísticas que no participaran del espíritu antiburgues y revolucionario que caracterizo los movimientos de vanguardia durante la primera mitad del siglo XX, ahora estas tendencias han quedado practicamente obsoletas y su herencia es poco menos que anecdótica.
La endogamia y banalizacion del arte actual, que puede verse en la mayoría de galerías y museos, es el resultado de los efectos de la globalización pero también de esa visión provinciana que impide valorar la obra de esos creadores que no están homologados por los circuitos internacionales, que prestan mas atención al impacto mediático que a la calidad y singularidad de las obras de arte.
Por suerte, Barcelona, siempre se ha caracterizado por una cierta insumisión y desobediencia, y en nuestros días afortunadamente todavía existen artistas y diseñadores que siguen trabajando contra corriente, porque el paso del tiempo ha demostrado que la historia no siempre progresa hacia lo mejor.

1 comentario:

  1. Adhiero a su reflexión: "la historia no siempre progresa hacia lo mejor"
    Personalmente visualizo la historia de la humanidad como un péndulo entre el progreso y la decadencia, en este momento no esta precisamente progresando sino mostrando la decadencia debida al MAL USO del "progreso", y por supuesto el arte no escapa a esto....pero podemos escapar los artistas, obviamente haciendonos cargo de las consecuencias.
    FELICITACIONES POR LA GALERÍA!!

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